Pero cuanto más lejos va, el juego se hace más emocionante.

Pronto todo acaba, pero ella ya lo sabía, y aún así le molesta, quizá incluso le moleste más porque ella ya lo sabía. Uno de sus impulsos la empuja a seguir caminando, con el orgullo herido. Sólo desea que el asfalto fuera hierba húmeda bajos sus pies descalzos, sólo desea eso y dejar de ser como es, o serlo menos...Llega a casa y abre la caja de los besos no dados para guardar unos cuantos mientras empuja los que ya había para hacer más hueco.
Se mira en el espejo del baño y se da cuenta de lo insignificante que es. No quiere que los malos momentos pesen más que los bueno porque sabe lo que significa...Piensa esto mientras se gira y mira la bañera.Una sonrisa irónica envuelve sus labios.
Abre los ojos y se da cuenta de que está fuera de la casilla número 10. No recuerda haber hecho nada mal, no recuerda haber tropezado ni haberse torcido. Baja la otra pierna y se sale del trazado hasta la posición incial.
Tira la piedra, primera casilla. Salta y la recoge.
Elen síla lúmenn' omentielvo