Wednesday 10 December 2008

Vampiros del Ego

Los vampiros existen y están entre nosotros. Nos contemplan perdonándonos nuestras insignificantes y mortales vidas. Hay muchos tipos de vampiros y hoy quiero hablaros de uno de los grupos más temibles: los Vampiros del Ego, más temibles aún que los Vampiros de John Carpenter.

Los Vampiros del Ego no pueden caminar a la luz del día, ni siquiera cuando el cielo está nublado.

Los Vampiros del Ego no juegan al béisbol, ni siquiera sabiendo que su celeridad puede hacerles campeones de las ligas infantiles.

Los Vampiros del Ego no se fijan en chonis poligoneras, no, ellos buscan objetivos más elevados como las forrapelotas (uno y dos) o la bufacas.

Los Vampiros del Ego son fáciles de encontrar porque siempre están los mismos sitios, no porque sean vagos y repetitivos sino porque son muy fieles a sus lugares de reunión.

Los Vampiros del Ego suelen reunirse de noche, en lugares oscuros rodeados de una neblilla maloliente producida por el humo del tabaco.

Los verdaderos Vampiros del Ego cierran la noche en el bar que les da nombre, allí acorralan a sus vícitmas con todo tipo de artimañanas y les chupan la sangre (a falta de poder chupar otras cosas)...

Entre los Vampiros del Ego hay todo tipo de criaturas. Uno de estos vampiros, que ya abandonó la vida vampírica es conocido con el nombre de Fidalgo. Este vampiro aterrorizaba a sus víctimas con la conducción temeraria, sacando fotografías interminables que robaban las almas de los fotografiados y gritando desde la ventanilla de su coche: ¡BOMBÓN!

Otro de los Vampiros del Ego más conocido es "el Luis ese", también conocido como LRC, como Luisan, o Tuiti. Éste es uno de los más peligrosos ya que su técnica de ataque pasa desapercibida a los ojos de las pobre jóvenes que son su vícitmas. LRC baila con celeridad hasta que su víctima no puede evitar imitar los movimientos del vampiro. Es entonces cuando él adopta la posición "me sangra la nariz" y echa la cabeza hacia atrás levantando el brazo derecho. La víctima, ya dementada, no puede sino seguir al vampiro en su frenético baile colocando el cuello a su merced. LRC aprovecha ese momento para clavar sus colmillos de forma casi imperceptible....



Las conversaciones de los viernes causan estragos la semana siguiente. Esto es parte de nuestro manifiesto anticrepúsculo. Y como dijo Mazo: "el ego no es un bar, es tierra santa".

6 comments:

Ronin said...

Cuanta verdad destilan tus textos, mas cuidado!! Revelar las secretas artes de los Vampiros del Ego a los foráneos puede conducirte a una dolorosa muerte de traidora. Los Vampiros del Ego debemos seguir siendo secretos....la sociedad aun no está lista para la verdad. Dejémosles que disfruten con el "Crepúsculo del culo suyo" antes de que caigan ante nosotros.

Ah, y te has dejado Vampiros por nombrar. ¿Habrá nuevas entregas? :P

Eneriel said...

Je, sí, me he dejado sin nombrar, si algún día se me vuelve a ir la cabeza hago otra entrada.

Templar said...

xDDDDDDDDDDDDDDDD

El ego no es Tierra Santa... es mucho más, es la Meca de los vampiros del ego. Es obligatorio para todos nosotros peregrinar ahí una vez al fin de semana, o de lo contrario nos volvemos racionales y responsables :S

...Stray... said...

jajajajaja


esto si que es un texto original!!!


El mio, salvo introducción y fin, es de un libro del genial Eduardo Mendoza. En esa parte del relato me tronche tanto, de la risa se entiende, que decidi ponerlo en el blog dichoso.

Loth said...

Comparto contigo tu odio hacia Crepúsculo y la vulgarización del vampiro. UN consejo para combatirlo, al menos cinematográficamente: la película Let the right one in (Dejame entrar), con su correspondiente libro.

Mer said...

xDDDDDDDDDD muy bueno, pero faltan vampiros por nombrar estoy segura. Pero me gusta por donde iba esto y parecen mas interesantes estos vampiros que los de las peliculas.
Seguid cazando y esas cosas