Después de un mes de enero algo incordiante por el horrible paso de un resfriado malvado que ha ido evolucionando cual digimon perverso en una realidad paralela, y por el ataque vengativo de un pedazo de hueso que dice contener la cuarta parte de mi juicio...¡ha llegado febrero!
No es que espere grandes cosas de un mes de sólo 28 días, pero han ocurrido cosas que me hacen augurar un mes cuanto menos interesante. Ayer, uno de febrero, comencé el mes viendo el capítulo 13 de la cuarta temporada de Galactica y he de decir que he recuperado la fe, he visto la luz más allá de la flota colonial surcando el universo... Después de una algo desastrosa primera mitad, la cuarta temporada de Galactica recupera el esplendor de las primeras temporadas, vuelvo a sentir esa angustia entre capítulos y ese deseo de que los 45 minutos de capítulo pasen muuuy despacio.
Mi sensación de euforia aumentó cuando al irme a dormir recordé pasar la página de enero de mi calendario de Galactica para encontrar a mi amada Starbuck como emblema de febrero. Entonces pensé: sí, el mes de febrero promete.
Además, después de encontrar la tela perfecta para mi traje de piloto de viper y haber empezado a meter la tijera y a coser, puede decirse que Galactica ocupará gran parte de mi mes de febrero (siendo el sábado de Carnaval el día 21).
Para rematar el mes, a la hora de preparar un ejercicio para el laboratorio de idiomas, he decidido seleccionar el fragmento del capítulo 13 de la cuarta temporada ("The Oath") de BSG en el que Adama suelta su discurso en el CIC con esa frase tan memorable que ha encandilado a Ronin.
Olvidaré el resfriado que aún me ataca, la prueba de suficiencia del día 16, y otras cosas varias y me limitaré a disfrutar de este mes de febrero.
So say we all.
No es que espere grandes cosas de un mes de sólo 28 días, pero han ocurrido cosas que me hacen augurar un mes cuanto menos interesante. Ayer, uno de febrero, comencé el mes viendo el capítulo 13 de la cuarta temporada de Galactica y he de decir que he recuperado la fe, he visto la luz más allá de la flota colonial surcando el universo... Después de una algo desastrosa primera mitad, la cuarta temporada de Galactica recupera el esplendor de las primeras temporadas, vuelvo a sentir esa angustia entre capítulos y ese deseo de que los 45 minutos de capítulo pasen muuuy despacio.
Mi sensación de euforia aumentó cuando al irme a dormir recordé pasar la página de enero de mi calendario de Galactica para encontrar a mi amada Starbuck como emblema de febrero. Entonces pensé: sí, el mes de febrero promete.
Además, después de encontrar la tela perfecta para mi traje de piloto de viper y haber empezado a meter la tijera y a coser, puede decirse que Galactica ocupará gran parte de mi mes de febrero (siendo el sábado de Carnaval el día 21).
Para rematar el mes, a la hora de preparar un ejercicio para el laboratorio de idiomas, he decidido seleccionar el fragmento del capítulo 13 de la cuarta temporada ("The Oath") de BSG en el que Adama suelta su discurso en el CIC con esa frase tan memorable que ha encandilado a Ronin.
Olvidaré el resfriado que aún me ataca, la prueba de suficiencia del día 16, y otras cosas varias y me limitaré a disfrutar de este mes de febrero.
So say we all.
