La gente ha perdido todo sentido del civismo y la educación.
Once de la mañana del sábado 2 de mayo en la iglesia de San Juan de Ávila. La gente se agolpa en la entrada saludando a familiares que puede que lleven tiempo sin ver. Entramos y nos colocamos en un banco hacia el final porque la iglesia está muy llena.
Los niños de la comunión entran por el pasillo central mientras el coro canta y los flashes se disparan.Veo a mi primo y ahijado con un traje azul marino con cuello mao, creo que similar a los de los almirantes soviéticos...Ni qué decir tiene que me parece el niño de comunión mejor vestido de los que hay, pero claro, no soy una observadora objetiva.
La misa dura apenas una hora llena de canciones que recordaba del colegio, oraciones que no había olvidado, flashes, cámaras, gente con un pésimo sentido del gusto a la hora de vestir, y aún más gente que parece no haber recibido ningún tipo de educación ni respeto.
Intento excusar en mi mente a los niños de atrás que incordian y no paran de hablar mientras su madre les dice algo como - y prometo que lo dijo: "No me toques las tetas".No tienen excusa porque los niños sentados al final de nuestro banco, pese a estar inquietos, no molestan ni hablan. La pareja de delante - ella con un vestido horrible y él con todo el pelo por la cara y gafas de sol - se toca el culo y se da besitos de vez en cuando. A su lado algunos familiares de aspecto hortera y que parecen de otra especie humana distinta a la del homo sapiens.
En otro lado vemos a una mujer con unos pantaloncitos que son la mínima expresión (sí, de los que me gustan a mí) pero con medias color carne (estamos en una iglesia...) y con una chaqueta a juego y una camisa cuyo escote no dejaba mucho a la imaginación. A su lado, un tío repeinado estilo señorito andaluz que no deja de parlotear y saludar a gente.
Mi madre parece un aspersor chisteando a la gente para que guarde silencio. Puedes ser católico o ateo, (o profesar cualquier religión o creencia) tener más o menos conocimiento, pero creo que para una buena convivencia es necesario un mínimo nivel de educación y civismo. En las iglesias hay unas normas,como las hay en cualquier otro lugar y lo mínimo que se puede hacer es respetarlas. Si no te sientes a gusto, coges la puerta y te quedas fuera, pero no hables, rías y te comportes como si estuvieras en un bar tomándote un vino con unas aceitunas.
En fin, creo que el civismo y la educación son valores demasiado infravalorados hoy en día.
Once de la mañana del sábado 2 de mayo en la iglesia de San Juan de Ávila. La gente se agolpa en la entrada saludando a familiares que puede que lleven tiempo sin ver. Entramos y nos colocamos en un banco hacia el final porque la iglesia está muy llena.
Los niños de la comunión entran por el pasillo central mientras el coro canta y los flashes se disparan.Veo a mi primo y ahijado con un traje azul marino con cuello mao, creo que similar a los de los almirantes soviéticos...Ni qué decir tiene que me parece el niño de comunión mejor vestido de los que hay, pero claro, no soy una observadora objetiva.
La misa dura apenas una hora llena de canciones que recordaba del colegio, oraciones que no había olvidado, flashes, cámaras, gente con un pésimo sentido del gusto a la hora de vestir, y aún más gente que parece no haber recibido ningún tipo de educación ni respeto.
Intento excusar en mi mente a los niños de atrás que incordian y no paran de hablar mientras su madre les dice algo como - y prometo que lo dijo: "No me toques las tetas".No tienen excusa porque los niños sentados al final de nuestro banco, pese a estar inquietos, no molestan ni hablan. La pareja de delante - ella con un vestido horrible y él con todo el pelo por la cara y gafas de sol - se toca el culo y se da besitos de vez en cuando. A su lado algunos familiares de aspecto hortera y que parecen de otra especie humana distinta a la del homo sapiens.
En otro lado vemos a una mujer con unos pantaloncitos que son la mínima expresión (sí, de los que me gustan a mí) pero con medias color carne (estamos en una iglesia...) y con una chaqueta a juego y una camisa cuyo escote no dejaba mucho a la imaginación. A su lado, un tío repeinado estilo señorito andaluz que no deja de parlotear y saludar a gente.
Mi madre parece un aspersor chisteando a la gente para que guarde silencio. Puedes ser católico o ateo, (o profesar cualquier religión o creencia) tener más o menos conocimiento, pero creo que para una buena convivencia es necesario un mínimo nivel de educación y civismo. En las iglesias hay unas normas,como las hay en cualquier otro lugar y lo mínimo que se puede hacer es respetarlas. Si no te sientes a gusto, coges la puerta y te quedas fuera, pero no hables, rías y te comportes como si estuvieras en un bar tomándote un vino con unas aceitunas.
En fin, creo que el civismo y la educación son valores demasiado infravalorados hoy en día.
4 comments:
Yo no he sido (esta vez).
No puedo estar más de acuerdo en lo del respeto. Si te aburre o no lo compartes o no quieres estar allí nadie te obliga. Puedes perfectamente irte a un bar hasta que termine la ceremonia y luego volver. No será la primera vez que lo he hecho y creo que ofende menos que estar allí y no hacer ni caso la verdad.
Off-topic total: 'te me ha presentado' un ciber-amigo común, que dice que podemos tener bastantes cosas en común.
En un primer vistazo me parece que sí (ciencia ficción, corsés, vampiros!), así que te voy a ir siguiendo la pista por estos lares :-)
Me recordó cuando lo contaste el otro día a la confirmación de una amiga. Fuimos a verla yo y una amiga atea y ésta, que nunca había estado en la iglesia, no paraba de hablar.
En fin... a veces también es cuestión de entendimiento porque a todos nos gusta que se callen cuando estamos a algo que nos gusta...
Post a Comment